jueves, 10 de diciembre de 2020

Los adolescentes. Cuatro claves importantes



AYUDANDO A EDUCAR

LOS ADOLESCENTES: 4 CLAVES IMPORTANTES


Cuándo no te pones de acuerdo con tu hijo-a ¿Qué suele ocurrir?

- Discutís, os enfadáis… y no se resuelve el problema. Al poco tiempo volvéis a estar en la misma situación y vuelve a pasar exactamente lo mismo.

Consecuencia: Distanciamiento y falta de confianza.



Vamos a ver cuatro claves muy importantes para mejorar la relación con nuestros hijos e hijas pre-adolescentes y adolescentes que nos ayudarán a gestionar mejor los conflictos y a demostrar que verdaderamente el amor que sentimos por ellos y ellas.


CLAVE 1. TENER CLARIDAD en las normas importantes





Es fundamental saber qué es lo que quiero que mi hijo haga y que es lo que no quiero. Es importante que nosotros lo tengamos claro y no cambiemos de opinión.

Cuando los niños son pequeños, no hay problema porque obedecen sin más, Cualquier estímulo es bueno, suelen ser obedientes (casi siempre).

Pero a partir de los 8-9 años ya empiezan a rechazar sus referentes y a cuestionar. Están en el proceso de crear su propia identidad.

(Recordáis cuando los niños de pequeños tiran cosas al suelo, a los huecos, etc para ver lo que ocurre (están explorando el mundo), pues algo parecido ocurre en los pre- adolescentes, en este caso están afianzando su personalidad al oponerse a nuestros deseos hacia ellos.

Tenemos que tener claro que las normas que les pongamos deben ser claras, cortas y perfectamente recordables.

Establecer pocas normas (de dos a tres), las llamamos normas Inquebrantables, estas no se pueden incumplir de ninguna manera, estas nos hablan de los valores que tenemos en cada familia.

Todas las demás normas deben ser negociadas y/o negociables.

Recordad que si a un adolescente le damos cancha de opinión, podemos llegar a acuerdos, si llegamos al “porque lo digo yo” este será el principio de un gran conflicto, además de desacreditarnos ante ellos: habrán descubierto que no tenemos recursos y lo peor de todo es que aprenderán a actuar así ( es lo que se ha venido a llamar neuronas espejo).



Pregunta: ¿Y en padres separados en los que alguno de ellos para ser mas guay pasa de las normas o no se pueden llegar a acuerdos?

Frente al desacuerdo, pensad que es mejor que tengan algunas que ningunas. Tampoco es necesario tener las mismas normas. Recordad que las normas les dan seguridad, pero deben ser pocas y el resto negociadas. El tiempo os dará la razón. Si no hay normas básicas el resultado antes o después es el caos.

DINÁMICA 1: Pensad en 30 segundos, cuáles son aquellas normas verdaderamente importantes, las inquebrantables que vuestros hijos deben cumplir y no son negociables, recordad que solo 2 o 3 no más.

Puede ser no insultar, no pelearse con sus hermanos, ayudar….



CLAVE 2. CENTRARNOS EN CONSEGUIR LO QUE QUEREMOS Y EN LO QUE NO QUEREMOS.

Lo primero que vamos a hacer es continuar con la reflexión. A continuación, vamos a hacer otra dinámica corta:


DINÁMICA 2. En treinta segundos vamos a escribir que queremos que hagan nuestros hijos o como queremos que se comporten.

Que no chille,

Que no se pelee con su hermano

Que no me discuta…

Algunos lo habrán puesto en positivo, pero la mayoría, sin saber exactamente porque, lo hacemos en negativo. Sale el NO.


Vamos a hacer un ejercicio muy sencillo: Yo os digo que no quiero que penséis en un elefante rosa. Se que el 99% se han imaginado un elefante rosa a medida que yo decía que no pensarais.

¿Por qué ocurre esto?

Porque el cerebro solo sabe pensar en positivo, por explicarlo de alguna manera,

Inciso: En la lengua de signos, el verbo siempre va al final, para que no se olvide cual es la acción, porque el cerebro tiende a quedarse con la última parte, es un poco simple.

Y porque en lo que te centras se expande. Si nos centramos en lo que no queremos que hagan y lo verbalizamos, nuestros hijos lo hacen más.

Pregunta: ¿Y cuando les digo todas las noches, a lavar los dientes y no hay manera, y lo digo en positivo?

En algunas cosas hay que establecer rutinas porque esas acciones no les producen recompensas inmediatas (rutinas para aprender a hacer pipí, para dormir o para lavarse los dientes y si las relacionan con consecuencias placenteras para ellos mejor (el cuento después de lavar los dientes, un rato de tele….

Por tanto:

- hemos de comunicarles todo aquello que queremos en positivo, es decir:

No quiero que te pelees con tu hermano = Quiero que busquéis soluciones

Es que no estudias = Prueba a hacerlo poco a poco no todo de golpe, yo te ayudo

- Nunca debemos aseverar atribuyendo comportamientos a manera de ser:

Eres un desordenado, eres un marrano….

Hoy has dejado desordenada tu habitación, seguro que mañana lo haces mejor, te diré como.

- Felicitar cada vez que haga algo bien, sin caer en la ñoñería y sin que nuestro lenguaje no verbal nos delate. Son niños, pero no tontos.


Pregunta: ¿Yo lo hago, pero no me hace caso? Si llevamos actuando durante mucho tiempo de una manera, no podemos esperar que ellos se lo crean a la primera. Su cerebro espera confirmación otras veces más. Las primeras piensan que nos ha dado algo y que enseguida volveremos a ser y actuar como antes. Si queremos que funcione es necesario constancia


DINÁMICA 3: Vamos a pensar cinco cosas por las que regañamos continuamente y que cuando las hacen bien no los hemos felicitado de forma explícita. (30 segundos).



CLAVE 3. ENTIENDE ANTES DE SER ENTENDIDO

Debemos tratar de entender por qué nuestros hijos quieren o no quieren hacer algo, es tan fácil como preguntar. Si no se obtiene respuesta podemos probar explicándoles por qué es importante para nosotros.

Entender por qué quiere un móvil, llegar tarde… exponer nuestro punto de vista y llegar a un acuerdo.

DINAMICA 4: En 30 segundos, piensa en tres cosas que te ha pedido tu hijo-a y has dicho que no sin intentar entender por qué querían hacerlo.

Si esas cosas no atentan contra las normas inquebrantables, deberíamos ponernos de acuerdo y escuchar su opinión.

Así les enseñamos a dialogar (recordemos las neuronas espejo, son las responsables de la empatía en el ser humano)


CLAVE 4. EMOCIONES. NOS RELACIONAMOS DESDE LA EMOCIÓN

Cuando sube la emoción baja la inteligencia (razonamiento). " La emoción tiene razones que la razón no entiende"(Mar Romera)

Cuidado con las emociones, cuando solucionamos un conflicto desde la emoción, normalmente el enfado, lo que obtenemos es el resultado de la ira y queremos hacer pagar al otro por aquello que nos enfada. ERROR. Esto solo nos devuelve resentimiento y no soluciona el problema a largo plazo. Al contrario, cuando suceda algo parecido la respuesta del niño va a ser la misma, porque su cerebro solo recordará el resentimiento que experimentó.

Los pre-adolescentes saben mucho de esperar el momento oportuno atendiendo al estado de ánimo de los padres. Esperan que estemos contentos para pedirnos algo y si nos ven enfadados no nos dirigen la palabra. Seguro que lo habéis experimentado en alguna ocasión.

Por tanto:

- Debemos actuar cuando estemos emocionalmente estables, nunca con el enfado. Así lo debemos comunicar a los niños.

- Debemos responder ante el conflicto con la búsqueda de soluciones no de culpables (disciplina positiva).

- Tratarlos siempre desde el respeto, nunca dejar de manifiesto nuestra superioridad. Recordad que es mejor la autoridad que el autoritarismo. (no hace falta gritar)

- No hacerles sentir culpables del error (la mayoría de veces no son conscientes del daño que pueden hacer), invitad a que identifiquen el daño, lo compensen y busquen soluciones.

NO SOMOS PERFECTOS, PERO SI QUEREMOS LO CONSEGUIREMOS. Y MUCHAS VECES NO LO HAREMOS BIEN.

APRENDEREMOS A PERDONARNOS

Y

A AMAR A NUESTROS HIJOS.





Mª Dolores Abril Caballero
Pedagoga. Doctora en Psicología por la Universidad de Murcia

 

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